Cuando se desea poner en marcha una empresa, hay quienes optan por hacerlo convirtiéndose directamente en autónomos mientras que otros prefieren hacerlo mediante una sociedad. Si te estás planteando esta segunda opción debes saber cuáles son los diferentes tipos de sociedades mercantiles que existen.
Desde nuestra asesoría Cepresa ya te hemos contado la existencia de las llamadas sociedades de responsabilidad limitada o S.L así como de las sociedades anónimas o S.A. Pues bien, hoy queremos ampliarte esa información dada, mencionándote otras dos clases más de sociedades. Sigue leyendo y podrás descubrirlas todas para que así puedas tomar una decisión al respecto:
Sociedad colectiva
Bajo esta denominación se encuentra un tipo de sociedad de tipo personalista en la que los socios tienen dos funciones: por un lado, invierten capital y por otro lado, gestionan la empresa de forma directa y, además, realizan un trabajo concreto en la misma. De ahí que convertirse en socio no sea algo tan fácil como puede ocurrir, por ejemplo, en la sociedad anónima.
La denominación de esta sociedad debe tener el nombre de uno de los socios al que seguirá la expresión “y Compañía”.
Además de eso podemos destacar que los citados socios responden de manera personal a las posibles pérdidas y deudas de la empresa, que se requiere un mínimo de dos personas para ponerla en marcha y que no se necesita disponer de un capital mínimo para su creación.
Sus principales ventajas son que no se requiere tener una cantidad para constituirla, que se puede controlar muy bien el acceso de personas a la empresa y que su tramitación es realmente sencilla, en comparación con otros tipos de sociedades mercantiles. Una sencillez que también se extiende a lo que es la estructura que posee.
No obstante, también cuenta con algún que otro inconveniente. En concreto, los dos más importantes son los siguientes:
Que no se puede establecer que sea una persona ajena a la empresa la que se encargue de la gestión y control de la misma.
Que la responsabilidad de los socios es personal, solidaria e ilimitada.
Sociedad comanditaria
A la hora de poder tener claro cuál es el tipo de sociedad que quieres poner en marcha es imprescindible que conozcas este otro, que también se da en llamar sociedad en comandita. De la misma podemos destacar que es muy similar a la llamada colectiva, con la salvedad de que en esta sí puede haber personas ajenas a la empresa que se encarguen de su gestión. Es decir, que puede tener socios que no se vean en la necesidad de estar al frente de la sociedad.
Precisamente por lo expuesto en ese último punto debemos de tener en cuena que en este tipo habrá dos clases de socios: los comanditarios, cuya única función es aportar capital y su responsabilidad va en función de esa acción, y los colectivos, que además de aportar capital también participan en lo que es la gestión de la sociedad. Estos segundos tienen una responsabilidad ilimitada con respecto a lo que son las deudas que pudieran existir.
Si hay muchas personas que se decantan por poner en marcha este tipo de sociedad es porque no se requiere disponer de una cantidad mínima para su puesta en funcionamiento. De la misma manera, es algo beneficioso que tenga la opción de permitir que haya socios que puedan aportar capital sin necesidad de que influyan en la gestión de la sociedad.
No obstante, al igual que los demás tipos de sociedades mercantiles, no podemos olvidar que la comanditaria también tiene sus aspectos en contra. En este caso, se destacan las siguientes debilidades:
El hecho de ser un socio no colectivo lleva a que no se pueda tener ni voz ni voto en las reuniones de la administración de la sociedad.
Cuenta con un funcionamiento y con una estructura que son más complejos que los de otras sociedades.
A grandes rasgos, estos son los aspectos más importantes que debes tener en cuenta sobre la sociedad colectiva y la sociedad comanditaria. Ahora, habiendo conocido este tipo de sociedades a las que hay que sumar la sociedad limitada y a la sociedad anónima, mencionadas en el anterior artículo, deberás de tomar una decisión acerca de cuál es la que más te interesa crear. No obstante, si necesitas asesoramiento, en Cepresa ofrecemos un servicio personalizado para nuevos emprendedores.
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