Una empresa puede tomar la decisión de despedir a un trabajador en cualquier momento del año, incluso cuando se encuentra en pleno periodo vacacional pues en la legislación laboral no hay nada en contra de que esto se pueda producir.
Ahora bien, antes de tomar esa decisión el empresario debería de sopesar si realmente va a ser el momento más acertado pues ese despido puede tener un efecto no muy positivo en el resto de la plantilla ya que puede llegar a considerarse como un ajuste de cuentas en el que se intenta causar el mayor daño al trabajador, aunque todo el proceso se ajuste a lo que establece la ley.
En cualquier despido, por lo tanto, no solo hay que valorar cómo se debería de producir para que sea completamente válido y no termine siendo declarado nulo o improcedente, sino que también se debería de considerar cuál va a ser su repercusión en el resto de los trabajadores, pues sería una torpeza generar un mal ambiente cuando, antes o después de las vacaciones se puede comunicar ese despido.
Pero imaginemos que no queda más remedio que prescindir de un trabajador cuando se encuentra de vacaciones, ¿cuál es la manera de proceder para que el despido sea válido?
Como ya hemos mencionado en otros artículos, el despido debe de seguir un proceso que garantice su validez, y en ese proceso uno de los primeros pasos incluye la notificación por escrito al trabajador de dicho despido en el que se le comuniquen las causas del mismo y la fecha en la que entrará en vigor.
No es necesario que el empresario se traslade a donde se encuentra el trabajador pasando sus vacaciones para entregarle en mano, y que firme, la carta de despido, sino que será suficiente con que le envíe un burofax a la dirección que comunicó cuando entró a trabajar en la empresa.
Hay que tener en cuenta que la fecha en la que se extingue el contrato nunca va a coincidir con los días de vacaciones, pues como mínimo será efectiva cuando finalicen las vacaciones.
Con la manera de comunicar el despido hay que tener especial cuidado pues recurrir solo a una llamada de teléfono, o a un mensaje al móvil, conducirá a que pueda ser declarado improcedente.
No podemos olvidar tampoco que si el despido requiere de un plazo de preaviso, en caso de que no se respete, el empresario deberá de pagar una indemnización equivalente a dichos días del importe salarial.
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