Cada vez son más las empresas que, en un momento determinado, toman la decisión de dar un paso importante en pro de su expansión. Deciden comenzar a vender sus productos en el mercado extranjero y para eso, entre otras cosas, no dudan en contratar un distribuidor en el país en el que se deseen operar.
Esa medida es un acierto, trae consigo numerosas ventajas, pero no podemos pasar por alto que no es la única que hay que tomar. Un punto decisivo en ese proceso de expansión es la protección de la marca para evitar sorpresas poco agradables cuando decidamos cruzar las fronteras.
Puede parecer que no es importante, pero lo es. Lo es no solo para que la marca se mantenga en nuestro poder sino también para que no haya posteriores problemas, ya sea con el distribuidor o con alguna empresa competidora en el país al que se llega.
Por eso, si te estás planteando ahora acceder al mercado extranjero, no dudes en proteger ese nombre de tu compañía y los valores asociados al mismo. Para descubrir cómo, sigue leyendo. En Cepresa te indicamos cómo tienes que hacerlo.
Negociación y protección territorial
Hay quienes creen que la marca que han registrado para su empresa ya es única y total, pero no es así. Esa es solo territorial, por lo que en el momento que quiere comenzar a comercializarse en otra nación requiere tomar medidas. En concreto, es imprescindible conseguir la protección necesaria, ya que ese “derecho” que se tiene sobre la marca sólo es válido en nuestro territorio, es decir, afecta a España, fuera de nuestro país la cosa cambia.
Precisamente por esta circunstancia, hay que proceder a registrarla tanto en nuestra nación como fuera de ella. En este caso, hay dos opciones:
Convertirla en marca internacional. Esto lo que significa es que será una marca registrada en todo el mundo, por lo que nadie se podrá apropiar de ella. Más concretamente esta medida, que se realiza a través de una solicitud, permite que esté protegida en un total de 88 países, que son los que dan forma al tratado internacional que regula este proceso.
Convertirla en marca europea. Si tienes claro que tus productos no los vas a vender más allá del continente europeo, puedes optar por proteger tu marca a este nivel, es decir, de manera comunitaria. Para lograrlo tendrás que presentar una solicitud que tiene un coste aproximado de 900 euros.
Ahora solo queda pensar qué opción de estas dos es la que más te interesa, pero no dejes pasar tu obligación de protegerla. Si no lo haces puedes convertirte en otro de los empresarios que se han visto afectados por distribuidores que les han jugado malas pasadas y han procedido a registrar su marca antes que ellos mismos.
Precisamente por esa circunstancia se hace necesario que actúes rápido. Si no lo haces te puedes ver envuelto en una situación que acabe obligándote a tener que negociar con el distribuidor, antes de entrar en un proceso judicial que se extendería en el tiempo y, además, supondría tener que realizar un importante desembolso económico.
Otros datos de interés
Además de todo lo indicado, es importante que tengas claro otra serie de aspectos realmente relevantes para que tu nueva andadura empresarial no comience con mal pie:
Como hemos citado, antes de contactar y elegir un distribuidor protege tu marca. Piensa bien cuál de las dos alternativas citadas te interesa y presenta la correspondiente solicitud.
Una vez que ya has acometido ese trámite, no habrá problema para comenzar a seleccionar y a trabajar con ese profesional en el extranjero. Sí, porque, aunque no se te haya dado una respuesta, la presentación del documento es suficiente para que esté en tu poder el derecho provisional sobre la misma. Aunque nunca se puede descartar que otra empresa del país donde desees actuar considere que no puede permitir que tu marca pueda actuar en el mismo por algún parecido con la suya.
Además de las alternativas indicadas, ten presente que también podrás optar por proteger el nombre de tu empresa únicamente en uno o varios países en los que quieres comenzar a comercializar tus productos. En este caso, el dinero a abonar por esa protección territorial dependería, por ejemplo, del número de naciones en el que quieras operar.
A grandes rasgos, estos podemos decir que son los principales aspectos que hay que tener en cuenta a la hora de que emprendas ese nuevo rumbo profesional y empresarial que te has marcado. Es una apuesta importante y, por eso, debes tomar las medidas de precaución necesarias para evitar problemas inesperados. De ahí que sea muy recomendable que sigas los consejos expuestos y optes por proteger tu marca.
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